tindaya

En 2007 vi sólo una obra de la Bienal de arquitectura, arte y paisaje de Canarias. Era un anuncio luminoso de Rogelio López Cuenca sobre Tindaya, estaba en la rambla de Mesa y López, entre los dos edificios de El Corte Inglés, rodeada de luces de navidad, gente que iba y venía con sus bolsas, coches. A finales de 2007 también dibujé una pequeña historia que tenía que ver con esa Bienal, después de una colaboración frustrada con un periódico, y escribí un post recogiendo algunos textos críticos sobre aquella Bienal que se publicaron en un hilo de Indymedia, encabezado por Paisaje y poder de Mariano de Santa Ana.

20061228bienalcanarias

Ayer durante casi todo el día tuve una conversación de emails con un amigo, sobre la Bienal de este año, a raiz del suplemento cultural de La Provincia (jueves 2 de abril), que estuvo dedicado por completo a la Bienal:
Se titula El teatro del territorio. Incluye una entrevista más o menos larga a Juan Manuel Palerm, director de esta segunda Bienal; un artículo con reflexiones compartidas entre el historiador del arte Carmelo Vega y el fotógrafo Carlos A. Schwartz titulado Reflexiones sobre el paisaje (a oscuras y en silencio); un texto del artista Ramiro Carrillo titulado Cenar con constructores o visitar exposiciones sobre la exposición Time Out, presentada en La Recova de Santa Cruz de Tenerife; una pequeña entrevista de Mayte Méndez al artista James Turrell; un artículo corto y muy interesante de Mariano de Santa Ana titulado El último grito y por último el artículo Lo que está en juego de Carlos Domínguez Urdiales, que trata sobre participación ciudadana y la intervención en el paisaje en el que cita los proyectos de puerto industrial en Granadilla y la intervención ideada por Chillida en la Montaña de Tindaya.



Con permiso de mi amigo, cojo nuestra conversación, la reciclo y la convierto en post
Quiero empezar citando unos fragmentos de la entrevista en ese suplemento de La Provincia al director de la Bienal actual el arquitecto Juan Manuel Palerm.

- Habla usted de los críticos. A este respecto, las críticas sobre la Bienal publicadas por El País y El Mundo han sido duras. En El Mundo Elena Vozmediano hacía hincapié en "la grave contradicción en la que incurren unas administraciones que -por anteponer los beneficios económicos a la conservación- castigan el paisaje permitiendo los desmanes de las constructoras y, al mismo tiempo, pretenden promover con esta bienal la concienciación y el análisis".
- No opino. Hago la Bienal, no soy crítico de la política del Gobierno de Canarias. Yo pongo en tela de juicio y reflexivamente lo que significa el territorio y el paisaje. La Bienal demuestra contenidos claros: expone debates y críticas al territorio. Quizá algunas lleguen a los políticos.

- Quizá estas críticas ponen sobre la mesa la contradicciones de un gobierno que pone en marcha una bienal sobre el paisaje cuando con otras actuaciones de mayor envergadura lo desprotege.
- Eso dígaselo al Gobierno.

- Tendrá una opinión.
- No tengo esa contradicción. He tenido mis críticas, las digo y las expongo.

- Y Fietta Jarque, en El País, afirmaba: "Resulta paradójico que el título escogido para la segunda edición de esta bienal sea Silencio, cuando no ha cesado el ruido a su alrededor desde la primera convocatoria. Ruido social, político; ruido en torno a la gestión del evento". ¿Qué dice usted al respecto?
- Tampoco digo nada. No estaba en la primera edición. ¿Ruidos? Son normales cuando alguien dimite o hay críticas. Me encargo de la segunda edición. Me interesan las críticas, de todas se puede aprender si hablan de la Bienal.
Estas preguntas y respuestas definen perfectamente la esencia de este evento: el silencio, la ceguera, la sordera. Por no hablar de hipocresía, inutilidad, derroche de dinero público o desprestigio del papel del arte en la sociedad.

Una Bienal en la que como dicen en otro artículo Carlos A. Schwartz y Carmelo Vega
El problema es que estos debates siempre necesarios acaban convertidos - y ahora puede estar ocurriendo lo mismo- en un ejercicio inutil, endogámico y sin la menor trascendencia social
y siguen
en su momento hablamos del cinismo político al utilizar la Bienal como coartada artística para maquillar, con una supuesta posición de compromiso, las discutibles intervenciones que desde la órbita del Gobierno se habían realizado en las últimas décadas. Y teniendo en cuenta que el "leit motiv" de aquella Bienal era que los artistas e intelectuales del mundo entero iban a "darnos la clave para ayudarnos a resolver problemas territoriales" cabría preguntarse en qué medida nuestros políticos han asumido en ese tiempo las conclusiones a las que se llegó.
Dice el director de la Bienal:
- Cerca de cincuenta mil personas se manifestaron días atrás contra el Puerto de Granadilla...
- Esto es una conversación sobre la Bienal de Canarias...
- ¿Cómo es que la Bienal no presta atención preferente a un proyecto como éste, de enorme impacto paisajístico y que genera tanta sensibilidad entre la ciudadanía canaria?
- El Puerto de Granadilla es un proyecto ingenierístico que está bajo un problema de tipo ambiental con respecto a las afecciones de sebadales. Vamos a ver si se resuelve. No sé cuáles son las tramas y objetivos que tienen que ver con la línea o necesidad de ser tratado por la Bienal. Los jueces deberán decidir. Desde la Bienal sólo damos respuestas desde el punto de vista cultural.
Y a mí lo primero que me recordó fue la foto de Kevin Carter de la niña y el buitre.

Por ejemplo la última pregunta al director de la Bienal, adaptada a esta foto, podría ser algo así:
- ¿Cómo es que no presta más atención en ayudar a esta niña, en un caso de enorme impacto humano y que genera tanta sensibilidad entre la ciudadanía?
- Esta foto es un documento gráfico que está bajo un problema de tipo humano con respecto a las afecciones a la población infantil. Vamos a ver si se resuelve. No sé cuáles son las tramas y objetivos que tienen que ver con la línea o necesidad de ayudar esta niña. Los lectores y el jurado del Pulitzer deberán decidir. Desde mi profesión sólo damos respuestas desde el punto de vista fotográfico.

Lo que cierra círculos es que un par de clics y Wikipedia me dice que Alfredo Jaar utilizó la foto de Carter, y su historia, como parte del proyecto The sound of silence (2006) expuesto ahora mismo en Nueva York
Y que Alfredo Jaar participó en la primera Bienal con un montaje en El Tanque titulado Escalera al cielo, inaugurado el 27 de noviembre de 2007. En Indymedia se publicó una reflexión sobre la obra de Jaar que empezaba así:
"En Santa Cruz de Tenerife, en la Calle 70 está El Tanque, y en él la instalación del famoso artista chileno residente en Nueva York, Alfredo Jaar. Esta obra es sin duda uno de los platos fuertes de la Bienal de Canarias. En el programa de mano se dice que su trabajo ahonda en las situaciones de desigualdad presentes en la sociedad contemporánea, en este caso se trata de la inmigración que es el otro tema crucial que pretende abordar la Bienal junto con el del paisaje. En la instalación, tal y como anuncia el título, hay una nube, que no es de verdad, porque es un símbolo,..."
Y llegaba esta terrible conclusión:
"Apuntar a la lejanía, puentear el presente inmediato, la realidad in situ. Ese parece ser el arte social o político que es aceptado por el sistema y refrendado por los circuitos del dinero y el poder. Entretener y enternecer, pasando como un tanque (valga la coincidencia con el nombre del espacio cultural) por encima de todas las contradicciones tras el escenario, en la tramoya. Lo real debe ser lejano. Lejano en el tiempo, lejano en el espacio, o ambas cosas. Bruselas y Guinea. 1994. Cómo si no poderlo contemplar. Cómo si no en la distancia poder ver el aura del acontecimiento. La operación cínica se completa. El público puede sentirse un alma bella accediendo de manera sofisticada al complejo drama de la inmigración deglutido por la alta cultura: por un instante igualado al artista, ser privilegiado, compartiendo su visión generosa, su espacio de libertad. "
Y Mariano de Santa Ana, que escribió la crítica más lúcida y directa de la primera Bienal, con el texto Paisaje y poder cita también a Jaar
Dos comentarios para acabar. Uno sobre el montaje de Alfredo Jaar que rememora la muerte de dos niños guineanos congelados en el fuselaje de un avión cuando intentaban penetrar en Europa, una instalación fashion que no reflexiona sobre su propia miseria, su incapacidad para representar una tragedia irrepresentable.

Resumen de fuentes:

ACTUALIZACIÓN

Juan Ramírez Guedes es profesor de la Escuela de Arquitectura de Las Palmas. En su blog LP_AEC. Laboratorio de Proyectos Arquitectura y Espacio Contemporáneo el 21 de marzo escribió El ruido del "silencio". A propósito de la Segunda Bienal de Canarias.
Empezaba con esta cita de Paulo Freire
"Los hombres no se hacen en el silencio, sino en la palabra, en el trabajo, en la acción, en la reflexión".
y recoge enlaces muy interesantes a un vídeo de Metrópolis y varios artículos en El País, El Mundo, La Provincia, y otros medios.

El 2 de abril escribió Los gritos del "silencio" que recoge enlaces al suplemento de la Provincia sobre la Bienal. Y me cita. Gracias.